domingo, 9 de noviembre de 2008

Cuento para una clase de literatura

Recuerdos que hay que olvidar

Me siento rara de haber encontrado esta foto, en el closet que nunca quise abrir, a la casa que nunca quise regresar, no se si por miedo o porque no me imagine la cantidad de recuerdos que había aquí adentro.
Al mirar esta foto recuerdo que siempre nos llevamos bien, solo basta con verla para darse cuenta lo felices que éramos cuando estábamos juntas. Los fines de semana que pasaba en su casa. Ella aprendió todas esas cosas de la tecnología que hay que saber, yo se las enseñe; yo, aprendí de las historias que me contaba, de los consejos que me daba: “siempre hazle caso a tus papás, ellos saben porque te dicen las cosas”, cosas de este estilo. Hay muchos momentos que se que le hubieran gustado ver, mis quince años, mi graduación del colegio y de la universidad, mi matrimonio, en conclusión, ver como crecía, aunque yo se que en el fondo ella siempre esta conmigo.
Se preguntaran como llegue hasta este momento. Todo empezó cuando me dijeron que la casa de ella, de mi abi (la mamá de mi mamá), la iban a vender, después de 22 años de haber fallecido era hora de dejar esa casa atrás y tenía que ir a recoger algunas cosas que quedaban ahí.
Hoy me levante muy temprano, estaba nerviosa, fui a Starbucks a tomar un café, luego a dejar a mi hija en sus clases de tenis y después llegue a la casa en Miraflores, hace mucho que no pasaba por aquí, sigue igual que siempre, es más hasta me da la sensación de que voy a entrar y la voy a encontrar viendo sus novelas como siempre, pero no es así, entre y había mucho polvo, subí las escaleras, abrí la puerta de su cuarto, veo el closet, lo abro y encuentro un libro de historia, lo cogí y de salió esta foto.
De ahí en adelante, la historia ya la conocen…

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